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Claves para ser un buen líder en tu empresa

29/03/2023

Liderazgo eficaz en empresas

 

Que una empresa salga adelante y consiga mantener unos ritmos de crecimiento estables y sostenibles a lo largo del tiempo no es tarea fácil para ningún empresario. Son muchos los obstáculos y problemas que se tienen que hacer frente. Fluctuaciones del mercado, nuevas tendencias en los consumidores y una evolución constante y cada vez más volátil son solo algunos ejemplos que demuestran que estar al día en cada sector es todo un reto. No obstante, y aunque no es garantía absoluta de éxito, estos desafíos tienen mayor probabilidad de sortearse con éxito (e incluso, de conseguir cierta ventaja en algunos casos) gracias a un liderazgo eficaz. En esta ocasión, vamos a hacer hincapié en las virtudes y exigencias que debe haber en un buen liderazgo para que el rumbo de nuestra empresa vaya lo mejor encaminado posible.

¿Qué es un líder y cuál es su función dentro de una organización?

Mucho se ha hablado entre las diferencias entre ser jefe y ser líder. Normalmente la diferencia más reconocida es que el jefe únicamente da órdenes, mientras que el líder se ve como una figura que indica el camino a seguir y trabaja en equipo con el resto de empleados para llegar a los objetivos marcados. Y en esencia, la diferenciación no va mal encaminada. Un líder se caracteriza por guiar y enfocar el trabajo de todos en pos de un objetivo común, siendo consciente de la realidad de la organización y de las personas que la integran, para establecer objetivos realistas.

Para empezar, hay que desmontar el mito en torno al líder como figura única, singular y omnipresente en cualquier organización. Como en todo, esto dependerá del contexto en el que nos movamos. Por supuesto, en empresas y organizaciones de pequeño tamaño, no tiene sentido que existan diferentes figuras de liderazgo, puede que baste solo una para enfocar la dirección del trabajo. No obstante, en empresas medianas y grandes con más de 500 y 1.000 trabajadores se tiende a concebir la figura del liderazgo personificada en un único individuo (véase Tim Cook en Apple, Jeff Bezos en Amazon o Mark Zuckerberg en Meta). La realidad es que es sencillamente imposible que una única figura de liderazgo pueda a asumir toda la responsabilidad y carga de trabajo propias de organizaciones tan grandes. Por lo que es importante tener en cuenta que, cuantas más personas y departamentos haya involucrados en una organización, el liderazgo debe también adaptarse a este volumen y estratificarse. Por ejemplo, una buena opción es que el liderazgo a nivel corporativo se transmita hacia los cargos de responsabilidad en los departamentos y estos puedan desarrollarlo a nivel más “local”, por así decirlo.

Surgen conceptos como el micro liderazgo que resultan muy útiles para gestionar equipos de trabajo o departamentos bajo un único paraguas de liderazgo corporativo. Suele ser la mejor fórmula para empresas de tamaño medio o grandes.

No obstante, ¿cuál suele ser el principal problema en torno al liderazgo?

Principalmente, la incapacidad de delegar y querer mantener un control absoluto sobre todos los aspectos que el líder considere bajo su supervisión (que, en la mayoría de los casos, peca de un exceso de control, normalmente innecesario). Esto produce problemas como el “cuello de botella” a la hora de tomar decisiones o imposibilitar el crecimiento profesional de otras personas dentro de la organización.

En definitiva, un líder debe:

  • Ser consciente de la realidad de la organización que lidera, tanto a nivel operativo como de personal, esto le permitirá establecer objetivos realistas y evitar síntomas negativos como el “síndrome del trabajador quemado”. En otras palabras, conocer la realidad interna de su organización.

  • Saber priorizar las necesidades de la organización conforme se vayan presentando.

  • Ser capaz de delegar y animar a los responsables de equipo a ejercer micro liderazgos. Esto permitirá no solo tener una visión más holística de la organización al no estar tan centrados en los detalles de control, sino que también otorgará crecimiento a estos responsables.

  • Tener visión a largo plazo. Si hablamos de crecimiento y desarrollo sostenible en una organización, no podemos centrarnos en el “aquí y ahora”, sino tener una visión a medio-largo plazo.

En el Parque Empresarial PICA creemos en un ejercicio del liderazgo responsable que permita crecer a todas las empresas de forma sostenible y segura, precisamente porque somos motores de crecimiento económico dentro de las ciudades.