Usted está aquí

Ahorrar energía en la oficina: Siete consejos

29/10/2021

Hoy en día, buscar la mayor eficiencia energética es un objetivo a lograr por parte de muchos negocios. Cambiar los hábitos de consumo y concienciar a los trabajadores sobre la importancia de ahorrar energía en la oficina permite que la compañía reduzca sus gastos económicos y contribuya a poner en práctica la sostenibilidad. 

 

ahorrar-energia-empresa-siete-consejos-parque-empresarial-carretera-amarilla-_sevilla

 

Implementar medidas de ahorro en la oficina es posible gracias a pequeños gestos que, entre todos, se pueden realizar. Además, apostar por la eficiencia energética crea entornos de trabajo más saludables y, sobre todo, promueve el cuidado medioambiental. ¡Apunta todos estos consejos que vamos a enumerar y súmate al cambio!

1. Aprovechar la luz natural

A lo largo del día hacemos uso de luces artificiales para iluminar estancias con mayor frecuencia de la que, si nos paramos a pensar, es realmente necesaria. Si la distribución del edificio lo permite, podemos aprovechar a nuestro favor la luz del Sol y lograr una iluminación completa en nuestro puesto de trabajo. Colocar escritorios cerca de ventanas por donde entre la luz del exterior evitará en gran medida tener que hacer uso de lámparas y focos.

2 Apagar los ordenadores cuando no se usen

Los ordenadores se han convertido en una herramienta de trabajo imprescindible para cualquier empresa. Dependiendo del modelo, marca y años de uso, una computadora puede llegar a consumir 2,2 kWh en 8 horas de trabajo. Un gasto que aumenta si mantenemos el equipo informático en stand-by durante el tiempo que no se usa. Aunque en apariencia está apagado, al permanecer conectado a la corriente, sigue consumiendo energía.

3. Apostar por el autoconsumo

El autoconsumo se define como la producción que realiza un usuario, o empresa, de energía limpia en el mismo punto donde la va a consumir, ya sea un edificio de oficinas, un local o una vivienda. Para ello se utilizan paneles fotovoltaicos con los que se genera energía solar, abasteciendo así las instalaciones y los equipos eléctricos. La empresa que apueste por el autoconsumo podrá controlar mucho mejor sus gastos, beneficiarse de ventajas fiscales y cuidar el medio ambiente. 

4. Conocer la potencia contratada

Una buena parte de lo que se paga en la factura de luz corresponde a la potencia contratada, un coste fijo que aumenta según incremente el número de kilovatios contratados. Muchas empresas cuentan con una potencia muy superior a la que realmente les hace falta, haciendo que la factura se encarezca. Por tanto, conocer cuáles son las necesidades energéticas del negocio podría derivar en un ahorro de hasta el 20%. 

5. Instalar variadores de velocidad

Hay empresas que cuentan con grandes equipos compuestos por varios motores que se encuentran en continuo funcionamiento durante la mayor parte de la jornada. El consumo de energía de estas máquinas puede optimizarse gracias a los llamados variadores de velocidad, o VSD, unos dispositivos que se emplean para controlar la velocidad giratoria de los rotores. De esta forma, los equipos emplearán menor cantidad de energía que si trabajasen a una velocidad fija constante, además de evitar pérdidas innecesarias. 

6. Limitar el uso del aire acondicionado y calefactores

 

El calor del verano y el frío invernal hace que debamos acomodar, por medio de calefactores y aires acondicionados, el ambiente de una habitación a una temperatura razonable con la que poder trabajar a gusto. Sin embargo, en ocasiones nos pasamos con los grados que regulamos por encima o debajo de lo recomendado, suponiendo un incremento del 7% en el consumo. La temperatura ideal se encuentra entre los 20º C durante el día y los 15º C por la noche.

 

7. Usar bombillas de bajo consumo

 

Es cierto que las bombillas LED tienen un precio más elevado que las incandescentes, pero su vida útil es más larga y, además, permiten ahorrar hasta un 80% de luz. Ventajas que, si además contamos con una instalación eléctrica controlada mediante sensores de intensidad, de movimiento o temporizadores, suponen un rotundo beneficio para el bolsillo.